¿Quieres darle caña a tu cuerpo de verdad? ¿Dejar de sentirte como un oso perezoso después de subir unas escaleras? Pues hoy te traigo la receta perfecta para que notes el cambio en menos tiempo del que tardas en quejarte del lunes.
Con estos ejercicios para mejorar velocidad, resistencia y fuerza vas a pasar de estar a medio gas a sentirte como una locomotora bien engrasada. Pero ojo, esto no va solo de mover el culo. Va de hacerlo bien, con intención, y sobre todo con ganas de comerte el mundo.
Velocidad: corre como si te persiguiera tu ex
La velocidad no es solo para los atletas olímpicos. Es para ti, para que llegues al bus sin perder el aliento, para que sientas el subidón de ir rápido porque sí. Aquí van algunos ejercicios para que tus piernas se pongan las pilas:
- Sprints de 30 segundos: corre al máximo 30 segundos, descansa 1 minuto, repite 8 veces. Parece fácil, pero ya verás.
- Saltos pliométricos: sube a un cajón, baja, salta, repite. ¿Quieres potencia? Aquí la tienes.
- Escalera de agilidad: mejora tu coordinación y haz que los pies vuelen. Esto no es una coreografía de TikTok, ¡es pura explosividad!
¿Quieres ver cómo se hace todo esto de forma efectiva? Aquí tienes un vídeo que lo explica sin cuentos:
Resistencia: el arte de no rendirse
Si correr cinco minutos te deja más seco que el desierto del Sáhara… necesitas trabajar la resistencia YA. Esto no va solo de cardio. Va de no rendirte cuando el cuerpo te pide sofá y mantita.
Prueba con esto:
- Entrenamiento por intervalos: Combinación de alta y baja intensidad. Es brutal para el corazón y no te deja aburrirte.
- Circuitos funcionales: Comba, burpees, jumping jacks. Todo seguido. 3 rondas. A sudar.
- Correr en cuestas: obligatorio si quieres piernas de acero y una capacidad pulmonar de campeón olímpico.
Y si te gusta ir más allá de lo típico, echa un ojo a estos consejos de entrenamiento profesional.
Fuerza: lo que no se ve… pero se nota
¿Has notado que te tiemblan los brazos al subir la compra? Pues toca entrenar fuerza. No hace falta levantar neumáticos de camión, basta con ser constante y meterle ganas.
Mis básicos infalibles:
- Sentadillas con peso: glúteo, piernas, core… todo en uno. No es magia, es músculo.
- Flexiones: las de toda la vida, pero bien hechas. Espalda recta, pecho cerca del suelo y sin excusas.
- Plancha: 1 minuto. Parece poco. Hasta que lo intentas.
Para más ideas, te recomiendo echarle un vistazo a esta rutina de ejercicios para la fuerza diseñada por profesionales del deporte.
Y antes de que digas “esto no es para mí”, te digo algo: no necesitas ser un atleta para empezar. Sólo tienes que tener ganas de cambiar y empezar poco a poco. Todo el mundo empezó un lunes. ¿Por qué no tú?
¿Eres de aquí cerca y quieres ayuda profesional? Escríbenos. Te montamos un plan personalizado según tu nivel, tus objetivos y tus ganas (aunque estés más flojo que la economía).
Y recuerda: si no aprietas hoy… no te quejes de lo flojo que estás mañana.